Sociedad Dominante y La Antigüedad

¿Es posible que la sociedad dominante continué culpando a un grupo delimitado y discriminado de personas de los problemas sociales tal como lo hacia en la antigüedad?

El político y filosofo italiano Antonio Gramsci (1891-1937) elaboró el concepto de hegemonía y bloque hegemónico. Según éste, el poder de las clases dominantes sobre el proletariado y todas las clases sometidas en el modo de producción capitalista, no está dado simplemente por el control de los aparatos represivos del Estado, sino que dicho poder está dado fundamentalmente por la hegemonía cultural que las clases dominantes logran ejercer sobre las clases sometidas, a través del control del sistema educativo, de las instituciones religiosas y de los medios de comunicación.

Durante la Edad Media la Iglesia Católica fomentó la persecución de las brujas. Según el antropólogo norteamericano Marvin Harris (1927-2001) durante este período 500.000 personas fueron enviadas a la hoguera. La Iglesia acusaba a estas victimas, especialmente mujeres, de practicar brujería, que causaban sequías, hambrunas, y problemas sociales.

En el siglo XVII en lo que actualmente es conocido como Massachussets, Estados Unidos se llevaron a cabo los juicios de Salem (nombre del lugar en ese entonces) En estos se acuso a 25 personas de brujos y fueron asesinados. Las acusaciones principales referían a causantes de problemas sociales como enfrentamientos de familias por el poder y desconocimiento de la autoridad eclesiástica. La sociedad había dejado de respetar a la iglesia, y los puritanos se vieron sumergidos en un caos social. De esta manera pudieron reconsolidar el control por parte de las autoridades existentes.

Estos casos sucedieron en un mundo que actualmente denominamos “antiguo”. Sin embargo podemos asociar la teoría de Gramsci con estos episodios, como si fuera contemporánea a estos. Hoy en día, en este mundo tecnológico y tan avanzado en el que vivimos, sigue sucediendo lo mismo. Los gobiernos y las elites gobernantes imponen a través de los medios e incluso de leyes una hegemonía social.